¿Y si ya no quiero escribir?

¡Hola!

¿Qué es lo más inesperado que has hecho este año? Yo probablemente esta entrada. No porque no la tuviera planeada, de hecho lleva varias semanas en mi cabeza; sino porque puede caer como una sorpresa. En otras entradas, e incluso en las newsletter si estás suscrito, te he contado que quería volver a escribir, que tenía alguna idea… pero, ¿y si ya no quiero escribir?

La entrada de hoy es de esas en las que reflexiono a la vez para mí y para ti. Quiero contarte cómo he llegado a este punto, lo que significa para mí, y qué pretendo hacer a partir de ahora. ¿Te apuntas?

¿Qué ocurre ahora?

Si lees mi descripción aquí en la web o has leído algunas de las pinceladas que he ido dejando, sabrás que mi idea de proyecto siempre ha sido escribir y publicar. No tengo imágenes de mí sin hacerlo, o por lo menos sin describirme con la idea de: “Escribo”. Comencé con cuentos, poemas, escenas de teatro―si es que lo que hacía se podía llamar así. Y acabé con la idea entre ceja y ceja de que tenía que escribir una novela. Te hago un spoiler: cuando te obligas a algo, no lo estás persiguiendo, puede que incluso lo alejes.

Me he dado cuenta de que justo eso es lo que me ha ocurrido con el paso de los años. Me he obcecado con la idea de que tenía que escribir y publicar, de que era lo que quería, y puede que me haya estado equivocado todo este tiempo.

Como persona me siento muy orgullosa de haber hecho un montón de acciones para mejorar. Me he formado, me he comprado libros, y he practicado muchísimo. Pero llevo dos años sin producir nada―como si mi producción tuviese algún fin― y me he dado cuenta de que no ha ocurrido nada. Todo lo que he aprendido queda para mí, que soy de naturaleza curiosa. Puede que incluso lo siga haciendo, pero no con ese fin, no con la misma intensidad, ni siquiera con el mismo interés.

Ya, ya sé que dije que no me imaginaba sin escribir. Cosas que se dicen. Pero tampoco me quiero desvincular totalmente. ¿Quizás lo he estado enfocando mal? Eso pienso.

No quiero nada de lo que estaba buscando. Tampoco me quiero poner estricta, si alguien me quiere publicar una novela, aquí estoy. Pero no creo que vuelva a escribir con ese fin, al menos no de momento. Lo que quiero decir es que quizás esa ya no sea mi motivación.

Esto lleva a un proceso de pérdida de identidad. Si escribir novelas, historias de ficción en este formato, ha sido una característica que siempre ha entrado en mi definición y ya no me interesa en exceso, ¿qué ocurre ahora?

Toca modificar un poco el enfoque. Explorar nuevos terrenos nunca está de más. Y hay varias cosas en las que me quiero volcar. En primer lugar, me gustaría intentar desarrollar ideas sin mi propia presión. Ya no de novela, sino quizás de relatos cortos. Ideas que puede que nunca salga a la luz o lo mismo sí, soy cambiante. Y, en segundo lugar, explorar otros formatos como el guion. Y esta última idea sí que me interesa muchísimo.

Ya no soy la que escribe, o por lo menos no como antes. Ahora soy la que pretende crear, y eso me emociona mucho más.

Probablemente la entrada más reflexiva de la historia de esta web, pero creo que una de las más importantes. Espero que te haya gustado.

Estos días las redes sociales de ‘Escribiendo a Carla’ tienen poco contenido por problemas espaciotemporales personales, pero vuelvo muy pronto.

¿Tienes algo que contarme? Puedes hacerlo a través de los mensajes de las redes sociales. El próximo domingo nos vemos por aquí, ¡hasta pronto!

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