¡Hola!
Hoy, 14 de febrero, el mundo celebra San Valentín. Para aquellos que no lo vamos a celebrar, ¡feliz día también!
Aprovechando esta celebración, he preparado una entrada que tiene relación con el amor. Quiero hablarte de la última serie que he visto—la terminé ayer—y que tiene como premisa una historia de amor.
Se trata de ‘Pares y nones’, una serie que adapta las novelas de Malorie Blackman. Te dejo aquí el enlace a la ficha de la primera novela. La segunda parte ha salido en enero de este año, por lo que está de actualidad.
Y ahora, ¡descubre qué me ha parecido la serie!

Mi opinión sobre ‘Pares y nones’.
‘Pares y nones’ usa como base el dominio del continente africano frente al resto de población. La clase alta es ocupada por las personas de origen africano, mientras que las humildes quedan para los de piel blanca. En medio de una crispación latente, Sephy, hija de un ministro, y Callum, hijo de la mujer que sirve en casa de Sephy, se reencuentran después de pasar toda la infancia juntos. Callum espera entrar en una escuela militar a la que asisten los de clase alta, y Sephy aspira a la universidad en una vida tranquila y privilegiada. Pero una carga policial sobre un amigo de Callum lo cambia todo.
Sé que esta entrada es a propósito de San Valentín, pero la historia de amor de Sephy y Callum no me ha podido interesar menos. Es previsible, básica, y poco interesante. De hecho, aunque es la trama principal, queda escondida bajo todo lo demás, pasa desapercibida. Solo decir que Callum me cae entre mal y muy mal.
¿Y entonces por qué te hablo de esta serie? Por todo lo demás.
Desde el principio te confieso que no es la mejor serie que haya visto nunca. Si tienes una gran lista de pendientes, puedes pasar sin verla. Pero sí tiene detalles interesantes, que se desarrollan en los seis capítulos de la temporada que hay disponible, de los que me gustaría hablarte.
Es típico de las series distópicas mostrar el punto de vista contrario del actual. Ahora que el movimiento #blacklivesmatters está en auge, es curioso ver cómo sería al revés. Situaciones muy parecidas a las vividas en EEUU se desarrollan en el primer capítulo.
Si la historia amorosa queda eclipsada, tendrá que ser por algo. El clima social y la ambientación de la serie le pasa por encima a la trama romántica. Prefiero ver mil veces cómo se enfrentan los bandos o cómo organizan sus movimientos, que un beso de Callum y Sephy. De hecho, toda la trama que se supone secundaria muestra los diferentes equipos en la lucha, la opinión de cada uno, sus inquietudes, y también los extremismos en ambos bandos.
Me ha recordado, salvando las distancias, a Years and Years. Y digo salvando las distancias, porque esta última me pareció una obra maestra. La similitud que le encuentro es cómo se ve el cambio social en una familia, en este caso la de Callum, porque les pasa de todo.
Reconozco que me ha enganchado y la he podido ver en un par de días. Son seis horas, distribuidas en seis capítulos, en los que ves la evolución de los personajes y cómo el castillo de naipes se desmorona. Aun así, no diré que es la obra del año, porque estaría mintiendo descaradamente.
Si te ha convencido la serie, la tienes disponible en HBO. De momento tiene una temporada, desconozco si harán la segunda, porque el final podría tomarse como cerrado. Además, también puedes adquirir los libros.
Por aquí puedes leerme el próximo domingo, y mientras puedes encontrarme en todas mis redes sociales (¡recuerda que también en TikTok!).
Y a ti, ¿qué te parecen las series románticas?