¡Hola!
¿Qué tal tu semana? Hoy quiero hablarte de algo que espero que no solo me pase a mí.
He estado revisando mis estanterías durante estos últimos días. Incluidos los libros recién llegados. Y me he dado cuenta de que soy muy exquisita en cuanto a las ediciones. Adoro que las portadas sean estéticas, que tengan inicios de capítulos con algo de ilustración… y detesto otras muchas cosas. Y he dicho, ¿por qué no compartes aquellas cosas que te sacan de quicio? ¡Aquí están!
En la entrada de hoy te voy a hablar sobre las cinco cosas que más detesto en la edición de un libro. ¿Tú tienes las tuyas? ¡Descubre las mías!

1.Exceso de margen.
No entiendo por qué ocurre esto. Lo suelo encontrar en los libros de tapa dura de Planeta, que tienen un formato más reducido. Y si la página de por sí ya es más pequeña y estrecha, hay que añadirle los márgenes. En ocasiones es como si solo leyeras el centro de la página. Da la sensación de que en realidad el objetivo es que haya más páginas en la novela de las que en realidad tendría que haber. Páginas de relleno. Quizás se deba a algún motivo de maquetación, pero es algo que odio.
2.Tapa dura ‘vacía’.
Esto me pone de los nervios.
Es bastante que los libros de tapa dura vengan con sobrecubierta. Hasta aquí todo bien. Pero cuando hay que leerlo, se vuelve incómodo. Así que la quitas y… ¿qué libro estás leyendo?
De verdad, ¿tanto cuesta ponerle por los menos el título y el autor? Que, puestos a pedir, pediría una réplica de la portada, como ocurre en ‘La biblioteca de la medianoche’, por ejemplo. O un estampado, una ilustración… Pero como mínimo, el título, por favor.
3.Cambio de tamaño.
Para la lectura, no es importante, pero, ¿y lo mal que queda en la estantería? Por un motivo desconocido, hay editoriales que deciden cambiar la edición de sus sagas o trilogías de repente. Cambian el lomo, el estilo de portada―esto suele ser menos habitual―o el tamaño del libro.
Que digo yo, ¿qué te hace pensar que es buena idea cambiar la edición a mitad de la saga? Incomprensible.
Al igual que el exceso de margen, supongo que son cosas internas de la edición, que tendrá alguna motivación. De todas maneras, se podría pensar más en los lectores.
4.Sin solapas.
Casi todos los libros que tengo en inglés en mis estanterías carecen de solapas. Y también suele ocurrir con los libros de bolsillo. Entiendo que es más económico, o por lo menos lo supongo, pero hay que tener mucho cuidado con estos libros. Enseguida se doblan las esquinas.
Desde aquí pido, por favor, solapas. Son cómodas, las veo necesarias, e incluso pueden servir de marcapáginas improvisado.
5.Páginas interiores diferentes.
El último aspecto sí que tiene que ver con la lectura. Hay libros que cuentan con contenido ‘especial’ en su interior. Hay muchos tipos de contenido, como las hojas de diario, un recurso muy utilizado. Yo me pregunto: ¿es necesario que sea con letra manuscrita?
¿Qué es más verosímil? Sí, pero a mí me cuesta leerlo. Prácticamente me saca de la historia y pierdo ritmo de lectura. Estoy segura de que hay otras opciones.
Estas son las cinco cosas que odio de las ediciones. Siempre desde mi opinión personal, claro. Puede que no estés de acuerdo. ¡Cuéntame qué te molesta a ti!
Por aquí hemos terminando. Volvemos a vernos el próximo domingo con otra entrada. Y siempre estoy disponible, con nuevo contenido, en todas mis redes sociales. ¿Me sigues por allí?