Escribir una novela: la idea.

¡Hola!

¿Alguna vez has tenido muchas dudas sobre cómo llamar a algo? A mí me ha ocurrido con esta entrada. Hay uno que podría quedarle mucho mejor: ‘Desistir del Nanowrimo’. Porque de ahí es donde viene esta entrada, de mi experiencia en el Nanowrimo de este año. Aunque ya verás cómo ha pasado a un segundo plano.

Como te digo, es una entrada encubierta sobre el Nanowrimo. Hace un año te conté lo que era y cómo me estaba preparando para él en esta entrada. Pero por si quieres algo rápido, es un evento que dura todo noviembre y que busca que los autores escriban 50000 palabras en un mes.

Lo he vuelto a intentar, y no ha funcionado. Quizás es necesario que tenga un poquito de tiempo libre en noviembre para escribir 50000 palabras, ¿no? Pero le he dado un giro al Nanowrimo. Y no he escrito, pero he comenzado. ¿El qué? ¿Quieres descubrirlo?

Nuevo comienzo

Me engaño a mí misma cuando me digo que me voy a presentar al Nanowrimo y lo voy a cumplir. Solo me he acercado en una de las ¿seis? ocasiones en las que lo he intentado. Me gusta acercarme a esa parcelita de fracaso.

Así que, como todos los noviembres, me lo propuse. Nada. Cero palabras, estamos a día 14 y tengo pocas intenciones de cambiarlo de manera inmediata. Pero, ¿he hecho algo creativo en este mes? Pues sí. Quería volver a escribir, y en todo hay que empezar por algún lado.

Algunos autores dicen que no existe la inspiración. Yo estoy de acuerdo a veces. Porque sí que me he dado cuenta a lo largo de los años de que hay que dedicarle horas y horas para que la idea florezca. Pero también he tenido flashes en los lugares más inesperados. ¿Las mejores ideas? Lo pongo en duda.

Tenía ya ganas de reencontrarme con la escritura. Y aunque no he comenzado a teclear, la idea está ahí. ¡Por fin he conseguido una idea! Seguramente cuente más sobre ella en la newsletter de este mes, a la que puedes apuntarte aquí. No tengo mucho perfilado todavía, pero quiero lo protagonice un personaje de unos veinte años.

Tampoco tiene nombre el proyecto. De hecho, no tiene ni ambientación, ni personajes… Es un boceto en mi cabeza. Pero quería contarte cómo está siendo el proceso de tener un proyecto nuevo entre manos, después de tantos meses, y qué cambios voy a hacer en mi manera de escribir.

La idea viene rondando en mi cabeza meses. Bueno, más que la idea, frases que daban pinceladas al tema que quería tratar: cómo nos dejamos llevar por la influencia de los demás. Hay muchas influencias, pero me he querido centrar en algunas específicas, como las del entorno más cercano.

No tengo mucho más todavía. Y tampoco quiero compartir todo el proyecto de una vez. Me gustaría mantenerlo solo mío un poquito más. Lo que sí te diré es que voy a cambiar algo, y es mi organización. Voy a intentar reunir todas las ideas en una libreta para el proyecto, para que no se me pierda absolutamente ninguna. ¿Sabes esa sensación de que se tienes una idea buenísima antes de dormir―puede que en realidad no sea tan buena―y piensas: ‘me voy a acordar’? Y evidentemente no te acuerdas. Pues es lo que no quiero que me ocurra. ¿Lo voy a conseguir? Te iré contando.

 

Esto es todo lo que quería compartir contigo hoy. Es una entrada un poco más personal y reflexiva que las de las últimas semanas, pero sabes que me gusta escribir alguna de vez en cuando.

¿Tienes algo que contarme? Mis redes sociales están abiertas para ti. Allí tienes contenido nuevo durante toda la semana, mientras que llega el próximo domingo. ¡Hasta pronto!

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